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sábado, 17 de abril de 2010

Mimos y Travesuras


Mis mascotas andan bien (respondo a alguna amiga que anduvo por ahí preguntando..)



Duque anda muy travieso, demasiado. Pero es creo, reacción de sentirse mal cuando nos marchamos. Cuando nos vamos todos, se le da por romper lo que encuentra. Así dos de mis macetas de pitangas han terminado por el suelo, tierra desparramada y macetitas mordidas.

Pozos por todos lados delatan la energía extra de este amigo.... El fondo parece la superficie lunar, de tanto cráter que ha cavado.

Bongo por el contrario no rompe casi nada. El siempre anda con el chupete puesto. Y es que es un plomo el pobre con juguetes en la boca todo el tiempo para que no bien alguien salga al fondo, él ir corriendo a pedirles que juguemos con él. Y si no tiene juguetes busca y busca hasta que toma lo primero que encuentre: un pedazo de plástico, una rama, etc.




Y ahí nomas nos entrega lo que tenga en la boca para que se lo tiremos e ir a buscarlo corriendo. Así puede estar todo el día jugando, sin cansarse ni aburrirse. Hiperactivo como la dueña....ja,ja,ja!

De tan juguetón, hay veces que nos cansa y lo rezongamos, le retiramos todo juguete y lo mandamos a sentarse. Allá se acerca a donde estoy y pide mimos. Lo acaricio y se va haciendo el vivo, se da vueltas.... y finalmente se levanta y reclama a los ladridos sus juguetes. Mal criado!















Allá cuando salimos a colgar ropa o cualquier otra actividad, aparece Bongo corriendo. Muchas veces le decimos - No! - para que no insista jugar en ese momento. Otras tantas me mira con esa carita de ¿Jugamos un ratito?
Pues, ahí ya no me puedo resistir y entonces salimos al pasillo a jugar unos partiditos de "lanza y ataja" con mi perro juguetón.




miércoles, 22 de julio de 2009

Juegos y Juguetes

Partamos de que los tiempos han cambiado para todos, incluyendo para nuestras mascotas. Nuestro bisabuelo seguro no daba a su perro los mimos y cuidados que nosotros les brindamos.
Salvando excepciones (de aquellos que aún tratan a los perros como "cosas"), solemos dedicar más tiempo a nuestras mascotas y les damos no solo comida y hogar sino también juguetes y hasta ropa.

Está demostrado que un perro que está suelto varias horas al día (si es que no lo puede estar siempre) y tiene la oportunidad de jugar con su amo y tener juguetes, será un perro más feliz, saludable y amistoso. El juego brindará al perro de un buen estado físico, y de eso doy fe. Duque luego de salir de su internación, estaba casi inválido. Le costó semanas volver a caminar, tieso como estatua. El veterinario había dicho que en el mejor de los casos podría terminar caminando con cierta dificultad. No tenía masa muscular en las patas de atrás además de estar descalcificado. Él hacía un enorme esfuerzo para levantarse (pese al dolor de sus huesos) y caminar hasta donde daba el sol cada día, y de a poco comenzó a desplazarse más y más. Cuando ya pudo correr, comenzó a jugar con Bongo. Pocos meses después estaban corriendo por todo el fondo, a velocidades tremendas, daban vueltas al patio como autos de carreras. El juego fue para Duque la curación final, y sus patas recuperaron al 100% la masa muscular, se le fortalecieron muchísimo y hoy día no quedan ni rastros de aquel perrito casi inválido.

El cachorro duerme mucho, esto hay que respetarlo. Conforme vaya creciendo irá durmiendo menos y requerirá más juegos, que al principio tiene con su madre y hermanos. Cuando ya no tiene a su familia y solo nos tiene a nosotros como sus amigos, debemos escucharles y hacerles caso a sus peticiones de entretenimiento, si no podríamos incluso provocarle futuras alteraciones en su comportamiento.


El tiempo que tengamos para dedicar a nuestras mascotas será muy importante. Por un lado las caricias, las enseñanzas y lo que tal vez disfruta más cada perro: los juegos y juguetes.

Con mis perros jugamos luchas. Tanto, que si no los busco y peleo, extrañan, se aburren y hasta que no les sigo la travesura y simulan morderme y les aprieto un poco… no se tranquilizan. Luego de esas “luchas” se echan satisfechos y cansados.

Los juguetes son muy importantes. El perro desde cachorro reconoce todo por medio de su boca. Por eso muerde todas las texturas y muchas veces nos mastica las cosas de la casa (ropa, jabones, zapatos, alfombras, etc.). Pero esto se puede evitar si le damos juguetes que él pueda identificar como suyos.
Basta con un enérgico – NO! – cuando le vemos romper algo de la casa. A cambio debemos darles cosas que sí puedan masticar. (Artículos que no sean tóxicos ni que puedan llegar a lastimarles en caso de romperse o astillarse)

*Pelotas. Las mejores son las de goma. Cuando los perros crecen suelen romper las de goma huecas. Antes les compraba estas, ahora les compro unas de goma macizas, que duran bastante tiempo (a menos que se echen a masticarlas) pero para jugar con ellos son muy divertidas y rebotan mucho.




Los perros son humildes y se conforman con cualquier juguete simple. Como un viejo trapo. A Bongo le encanta jugar a las “cinchadas”: que yo sujete un trozo de tela o cuerda y él morder el otro extremo y tironear hasta “ganarme”. Entonces sale corriendo como loco festejando su triunfo, pero al ratito aparece y me vuelve a ofrecer el trapo para comenzar otra competencia.





Uno de los juguetes que los entretienen y les da terrible curiosidad es un juguete de goma dura con un chifle. Hay que tener mucho cuidado con el chifle, que no esté hacia afuera, que no se pueda salir fácilmente tras las mordidas, porque podrían tragárselo. Si el chifle está hacia el interior del juguete, está bien.














Hay muchos juguetes de goma, que simplemente son para morder y quitarse esas ansias que todo perro tiene por masticar. Claro que en el caso de los cachorros les durará más. Ya de grandes suelen romperlos facilmente.


Los huesos de lonja no son juguetes, pero tampoco alimento. Son como una mezcla de ambos, ya que suelen entretener mucho a los perros, porque pueden pasar horas mordiéndolos por ser duros de roer. Finalmente los pueden comer ya que no son de material sintético. Puede ser que al principio no les llame mucho la atención por lo duros que son, pero conforme los van humedeciendo, se van volviendo maleables y algo de gustito han de tener porque a mis perros les gustan mucho.


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