Este es Roco, un hermoso pastor alemán.
Es grande y quien le ve de lejos, no se anima a entrar sin permiso. Sin embargo, si te conoce y le caes bien es un tierno y juguetón perrito.
Roco es el perro de mi alumna Nidia, y vive en esta hermosa casa. Este es el fondo. Por el pasillo hasta el final, está la casa de madera de mi amigo.
Casi escondido tras el limonero, Roco descansa en su casita.
Ey, Roco! A jugar, que Marita te va a tomar unas fotos!
Y ahí sale corriendo como loco por todo el patio. Le encanta tomar algo en la boca y que lo persigas para quitárselo. Roco llegó cachorrito a la casa, como mascota de una de las hijas de Nidia. Ella le regaló una vaquita de peluche para que jugara.
Esta joven, lamentablemente, falleció hace un par de años en un accidente automovilístico. Desde entonces Roco siempre anduvo con la vaquita en la boca, de un lado para el otro, sin romper el muñeco. Ahora la vaquita ha quedado en la casa del muchacho que lo saca a pasear…. (habrá que recuperarla)
La chica que falleció era quien más jugaba con él. Sus padres y la hermana son mas serios, y no suelen dedicarle tantos mimos. Por lo tanto, una vez que ella falleció, el resto de la familia no solía jugar tanto con el perro. Al saber esta historia me dió mucha ternura. Y cada vez que llego a darle clase a mi alumna, pierdo varios minutos jugando con Roco, quien hace que me muerde la mano, luego corre como loco, luego se tira en el suelo mientras le hago cosquillas y cuando voy a entrar a la casa, se me pone delante de la puerta para que no entre y siga jugando con él.
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