Lo acontecido hoy en casa no es menos desagradable.
Duque se le escapó a mamá y no bien salió y se encontró con Bongo, lo agarró en una feroz pelea. Mi madre estaba sola y no podía separarlos, los mojó, les gritó, les sujetó…. Ya sabemos que tironeando de las patas traseras se pueden separar, pero estaba sola y si tironeaba de uno, el otro no soltaba. Finalmente, Bongo casi ya no tenía fuerzas para seguir luchando, y cayó al piso…. Entonces mi madre logró separarlo y llevar hasta una puerta y meterlo dentro de la casa y encerrar tras el alambrado a Duque.
Cuando llegué del trabajo (que por suerte fue más temprano que de costumbre) el comedor estaba mojado y lleno de barro….
Bongo estaba todo mojado, nervioso y lastimado.
Mamá sumamente angustiada, con la mano y brazo todo mordido… Un desastre!
- No los quiero más. – fue la decisión de mamá entre enojada y nerviosa. – Uno se tiene que ir! –
No pude responderle nada, porque tenía la mano llena de sangre… amo a mis perros, pero tampoco es cuestión de que en una pelea, uno de nosotros terminemos hechos pedazos.



Como tenía que hacer un afiche para regalar un nuevo perro, fui a tomarle fotos a la casa de mi vecino y luego me puse a diseñarlo, dispuesta a hacer dos y regalar a uno de nuestros perros: a Duque.
Mientras planeaba qué escribir en el afiche, tenía ganas de llorar…
Recordé lo mal que pasó desde muy pequeñito, su enfermedad, su internación, su parálisis y el enorme esfuerzo que ese cachorro hizo para volver a caminar.
Lo flaco que había quedado y lo bien que se había recuperado en menos de dos años.
Aqui ya bastante recuperado - 29 de julio de 2007

Aunque el veterinario pensaba que quedaría inválido o rengo, Duque hizo tanto ejercicio hasta que de un salto se subía a la mesa del patio como aqui se observa. 16/12/07
Pero de a poquito fue recuperando masa muscular y engordando. 31/12/07

Se llevó nomas bien con Bongo hasta el año y medio. Luego comenzó a atacarlo de un día para el otro. Asociado a la falta de papá que era su dueño. Celos, dominancia… la cuestión es que me ligué varias mordidas al intentar separarlos varias veces de sus bravas peleas. Fue así que tuvimos que separarlos por un alambrado...
Ya de tardecita, tomábamos mate, cuando mi madre se puso a llorar, y dijo que no quería regalarlo…. Es que Duque es su consentido. Si la mordió fue sin querer en medio de la pelea… pero en realidad, con la gente es lo mas bueno y tierno.
Así que cancelé por el momento el afiche para regalarlo. Aunque por momentos siento que hay una bomba de tiempo en mi casa. Que en cualquier momento puede explotar.
Por la tarde, visité al veterinario. Me aconsejó castrar a Duque. Dice que con eso disminuirá su agresividad. De continuar agresivo tal vez debamos darle alguna medicación….
Pensamos que si lo regalamos y llega a pasar lo mismo en su nuevo hogar (que pueda pelearse con otros perros), temo que lo aten a una cadena de por vida o peor aún que lo maten….
Duque era el perro de mi padre y luchamos tanto por salvarle la vida…
¿Se volverá menos agresivo con la castración?
Mientras pienso agotada la mejor solución, se larga una nueva tormenta. Corremos a cerrar las ventanas y la lluvia cae incesante, parece que viviéramos en la selva…