viernes, 26 de marzo de 2010

Patos, pesca de caracoles

El pasado domingo 21 de marzo, a una semana de su llegada, decidí probar en llenar un recipiente más grande con agua a ver si los patos se animaban a meterse en él. Lo más grande que tenía en casa era el latón azul donde baño a Bongo y Duque.
Metí el latón en su corral y con una manguera comencé a llenarlo de agua, mientras ellos miraban curiosos y desconfiados el nuevo objeto extraño…






Para que pudieran subir hasta él, puse un bloque y una tabla a modo de rampa. El latón ya estaba bien lleno...



Los patos algo desconfiados, se acercaron al rato y comenzaron a beber. Muy bien!, al menos ya habían descubierto que allí había agua.



Luego, como estaba cortando algunos yuyos, cuando encontraba un caracolito, lo tiraba para el latón. Qué buena idea tuve, porque cuando había 3 o 4 caracoles, los patos se acercaron, asomaron la cabeza y comenzaron a sacar del agua los caracoles y comérselos. Los zarandean hasta que les quitan la caparazón, que desechan. A menos que sean caracoles muy chiquitos y se los engullen enteritos.
Así que allá salimos a juntar caracoles del jardín, entre los troncos, ramas y hojas. Juntamos un montón.




Entré al corral y puse todos los caracoles en el agua del latón. Salí de allí… y los patitos ¡qué banquete cuando los descubrieran!!



Cuando salí de allí y los dejé solos…. comenzaron entusiasmados a dar vueltas alrededor del recipiente “pescado caracoles”.



Dando vueltas, uno logró treparse a la tabla que les puse para que treparan y por fin ya en el borde, se animó y Pluf! Al agua pato!. Qué contento cuando se vio nadando en agua profunda... ahí se lo pudo observar, como realmente se comportan en la naturaleza, metiendo cabeza y cuello dentro del agua para “pescar” los caracolitos que estaban en el fondo. Y moviendo las patitas para impulsarse sobre el agua. Este fue Hugo, Paquita seguía dando vueltas alrededor del latón, con las patas en la tierra, tratando de alcanzar algún caracol.
Al final del siguiente video, podrán observar unas verdaderas zambullidas que se da Hugo, lo que me llamó la atención porque literalmente desaparecía bajo el agua.



Al mediodía, cuando fui a alimentar a Bongo y Duque y a cambiarlos de lugar, los patitos que estaban descansando, se espabilaron y cuando quise acordar, Hugo ya estaba nadando nuevamente. Estuvo como 15 minutos, hasta que Paquita, tanto dar vueltas, logró treparse a un ladrillo (puse 3 alrededor del latón para que les fuera más fácil subir) y haciendo fuerza con su pancita….. ¡pluf! Logró meterse al agua. Entonces Hugo salió con un caracol en el pico, dejándole el lugar a Paquita, quien parecía loca de contenta, movía la cola, batía las alas, chapoteaba contentísima de haber logrado entrar y estar allí nadando… Al rato de un saltito salió y se reunió en la montaña de tierra con su amigo.
¡Qué lindo es tener patos de mascotas!!

domingo, 21 de marzo de 2010

Patitos, Se van acostumbrando al lugar

Ver llegada de los patitos a casa

El primer día los patitos estaban muy desconfiados, supongo que porque los tuve que atrapar dentro de la casa cuando se escaparon del canasto y Duque se los quería comer…
La cuestión es que se van hacia la esquina contraria a donde estoy. Incluso se trepan a un tronco que está contra el alambrado e intentan salir por los agujeros del mismo, afortunadamente no pasan… solo parte de su cuerpo.
Son muy desconfiados, bueno…. Es el primer día, todo es nuevo para ellos.




Con el paso de los días, los patos se van adecuando al nuevo hogar.
Se hacen mutua compañía, siempre están juntitos.




Ahora ya no parecen patos de cera, cuando les llevo de comer y les cambio el agua comen contentos y toman agua.
Les he puesto una fuente cuadrada con agua. Locos de contentos se meten y caminan en ella y con el pico toman agua y parecen buscar algo allí, como si de un lago se tratase.
Bueno, la primera vez, quería sacarle fotos o filmarlos y estuvieron un buen rato desconfiados y no se acercaron a la fuente hasta que me fui bien lejos (pero dejé la cámara filmando, escondida).



Comen un poquito y se meten en la fuente a tomar agua… salen y comen otro poquito y otro poco de agua. Luego se echan en la montaña de tierra a tomar sol. Cuando el sol caldea bastante, se echan en un rinconcito a la sombra. ¡Son divinos!




Cuando entro a cambiarles el agua o dejarles comida, aún se asustan, pero al menos no intentan escapar por el enrejado como locos, solo se van a una esquina y desde allí me miran algo nerviosos… ya se acostumbrarán. Menos mal que no traje patitos muy chiquitos, porque seguro se me escapaban por el alambrado.
Ah, en cuanto a nombres, llevarán los nombres de los sobrinos del pato Donald, que son Hugo, Paco y Luis. Como tengo 2, Luis queda descartado. Cuando me los dieron, escogimos el de cabeza más grande y el de cabeza más chica, a ver si embocábamos en elegir un casal. Por lo tanto los nombres serían: Hugo y Paquita.

jueves, 18 de marzo de 2010

Mis patitos


El domingo 14 de marzo a las 2 de la madrugada, volvimos a atrasar una hora lo relojes. Temprano por la mañana fuimos a la feria, a comprar fruta, verdura y patitos.

Pues sí, tenía la idea de traer un pato de mascota, para que mis perros aprendan a sociabilizar con otros animales y para saldar una deuda del pasado.

(Ver: http://bongoyduque.blogspot.com/p/mi-primer-mascota.html)

Luego de leer sobre patos, me convencí de que era mejor traer 2, ya que estos se harán compañía y se les hará más fácil adecuarse al nuevo hogar.

Estaban en una pequeña caja en un puesto de la feria. Elegí 2 y mientras los ponían en una bolsa de rejilla para que no se escaparan, les comenté: - Estos patos serán elegidos para una granja ecológica, nunca se van a matar.

-Aaaah, que lindo… - dijo una muchacha del puesto. Y una señora morena que estaba pensando llevar otro pato, se echó para atrás diciendo avergonzada: - Ay, no digas… yo iba a llevar uno para matar.. – y se alejó de la caja. Me reí, aunque por dentro pensaba, que de todos los hermanitos, mis elegidos tuvieron la suerte de que serán mascotas y no un simple banquete. La “granja ecológica” es mi casa, fue chiste, claro…. Aunque una manera rápida y fácil de contarles que no serían patos comunes de los que se engordan para finalmente comer. Estos serán mis patitos mascotas.

Cuando llegamos a casa, y Duque los escuchó graznar (parpar) dentro de la bolsa, se puso muy nervioso, tuve que atarlo y distraerlo. Entonces, tomé un patito y de pronto como estaba muy nervioso, saltó de mis manos, el otro escapó de la canasta y Duque se tiró a atraparlos!. Tranquilos… Duque estaba atado, lo detuve, lo saqué al patio. Luego atrapé a los patitos y de vuelta al bolso canasta.


Fui a comprar alambrado a la barraca para terminar de cerrar la que sería su “casita”.

Así pasé la mañana alambrando, haciendo una montaña de tierra, llenándoles un recipiente con agua, etc.

Cuando los dejé en su nuevo hogar, no se animaban salir de la bolsa, así que tuve que sacarlos. Han graznado (o parpado) toda la mañana y los perros se han mostrado muy ansiosos y nerviosos, en especial Duque. A éste, lo sujeté con correa y lo hice correr por un pasillo hasta que se cansó un poco, luego jugamos a la pelota. Con esto gastó bastantes energías, luego lo dejé suelto, detrás del alambrado que divide el patio.

Bongo, atado frente a la jaula de los patos, miraba, pero no tan nervioso como Duque. Ya por la tarde, suelto del otro lado del alambrado, cada tanto paraba las orejas cuando los escuchaba parpar/graznar, pero al rato se olvidaba.



Bueno, el proceso de sociabilización no será nada fácil, pero está en marcha y no quiero nombrar la palabra imposible.




Continúa...

La adaptación al nuevo hogar.

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