Comprendo a quienes dicen que prefieren la comunicación frente a frente y que Internet es un lugar frio y virtual que no aceptan totalmente…. pero… no lo comparto. Hace 3 o 4 años que conocí a una vecina y poco o nada de ella, más que trabaja a diario en su oficina.
Cuando decidí aceptar una invitación a ayudar a una Protectora envié un mail a alguien que ni conocía, y quien me contesta??? Esa vecina! Ja,ja,ja Sabía que le gustaban los perros pero nunca sospeché que era activa voluntaria de una de las Protectoras elegidas para comenzar mi tarea. Así pues, el sábado pasado, me pasó a buscar en auto por casa antes del mediodía y allá marchamos al medio del campo, donde entrando por un camino de balastro, nos encontramos con la Protectora Animal: S.O.S. Caninos y Equinos.
El día fue hermoso, más primaveral que invernal, el cielo totalmente despejado y la temperatura que subió hasta los 20 grados.
Ese día ingresaban varias casillas nuevas producto de las donaciones de la gente. Muchos de los perritos aun no tienen cuchas, o tienen algunas muy viejas. Así que se necesitaban voluntarios para descargarlas, luego entrarlas a los caniles, limpiar, etc.
Una vez acomodadas las cuchas frente a los caniles donde irían, tuvimos que ponernos dos personas dentro y dos fuera que nos alcanzaban las casillas y sus correspondientes techos.
Tiempo despues, ya teníamos las casitas dentro del predio de los caniles... Los perritos muy curiosos.
Este sitio, ubicado en Canelón Chico, tiene 5 caballos y poco menos de 200 perros.
Algunos tímidos como este, se negaban a salir de su vieja cucha.
Otros, por el contrario, enseguida entraron a las casitas sin techo para probarlas.
mmm... parecen cómodas...
En algunos caniles había mucho por hacer. En este tuvimos que desarmar y sacar una cucha grandísima ya vieja y sucia. Debajo kilos de pelo de perro y tierra. Barrimos, lavamos el piso y luego entramos las nuevas casillas.
Ahora sí! Qué prolijo ha quedado el canil, limpito y Don Tímido ya entró a su nuevo apartamento.
Las casillas tuvieron gran aceptación.
Luego que poníamos las casillas bajo techo y las armábamos, otra voluntaria venía con martillo y clavos asegurando los techos.
El hermoso día invitaba a pasear, uno de los caballos salio a estirar las patas, luego de comer alfalfa.
Porque luego de tanto trabajo, vendrían los mimos, juegos, paseos... Esa es otra de las tareas de los voluntarios.
Muchos caniles, muchos perritos, muchos ladridos... Cuando entrábamos a los caniles a colocar las casillas, acariciábamos a los perritos que moviendo la cola nos recibían.
Porque luego de tanto trabajo, vendrían los mimos, juegos, paseos... Esa es otra de las tareas de los voluntarios.
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