Hola, soy Bongo. No tuve una tarde del todo buena, ya que hoy fue “el clásico”, entre Peñarol y Nacional. Cuando hay partido de fútbol entre estos equipos, muchos fanáticos tiran cuetes y bombas para festejar los goles. Aunque salieron cero a cero, igual tiraron algunos y yo me suelo asustar muchísimo, ya que los perros escuchamos mucho más que los humanos. Entonces corro desesperado saltando frente a cada ventana de la casa a ver si veo a mi amiga/dueña. Cuando la veo le pongo ojitos de desesperación y orejas bien gachas para que se apiade de mi temor. Por suerte, mi amiga sale y me encierra en un dormitorio pequeño y me echo bajo la cama donde me siento más seguro.
Bueno, para olvidar ese feo trance, les voy a contar algo.
Hace ya un tiempo que mi amiga humana comenzó a visitar Protectoras Animales. Y trabaja de voluntaria en una de ellas todos los sábados que puede. Duque, es muy celoso y cuando llega la olfatea toda, como diciendo: “este olor ¿de quién es? ¿Con quién estuviste?” A mí no me molesta que vaya a la protectora, siempre y cuando al regresar a casa tenga ganas de jugar conmigo.
Mi dueña disfruta mucho de ese trabajo. Ayer camino a la protectora, recogieron un cachorro perdido que arrastraba una correa negra… Si tenía dueño y se escapó menos mal que fue así, porque estaba repleto de garrapatas y muy flaquito… No lo cuidaban ni alimentaban como a Duque y a mí.
Cuando llegaron a la protectora mi amiga lo bañó con productos especiales para las garrapatas y pulgas. Luego estuvo con él más de una hora recogiendo las decenas, decenas y decenas de garrapatas que se le iban desprendiendo. Ella asegura que eran más de 300… Aqui le toma fotos mientras otra voluntaria muestra sus orejitas llenas de esos bichos asquerosos.
Con el pelo mojado, se veian las garrapatas que tenía en todo el cuerpo.
Le dieron de beber y comer al perrito, que luego se durmió con la panza llena y feliz de mimos, bajo el sol.
Le dieron de beber y comer al perrito, que luego se durmió con la panza llena y feliz de mimos, bajo el sol.
Mi amiga quisiera adoptar algún perro de la Protectora pero no puede traer más, porque Duque es antisocial. A mí me ataca si no nos tienen separados. No es malo, creo que ha tenido un trauma cuando perdió a su dueño y se volvió excesivamente territorial y celoso de la gente que quedó en la casa. Entonces mi dueña comenzó a pensar en “apadrinar” un perro… Debía ser uno que no tuviera madrinas, pero ¿cuál? En la protectora hay 180 perros!! Ese día tuvo que cuidar de varios cachorritos en el rincón de recreo (lugar donde se pueden soltar al sacarlos del canil). Estos cachorritos fueron abandonados muy pequeñitos y cuando los trajeron estaban en muy mal estado. Uno falleció al ingresar y otro lamentablemente hace unos días. Quedan 4, tienen hongos en la piel y se les bañó con un producto para eso. Luego corrieron, jugaron en el patio de recreo hasta el cansancio.
Además de los 4 pequeñitos, está esta cachorra que es muy juguetona y está en muy buen estado, ojalá no quede mucho tiempo encerrada en un canil y alguien la adopte.
Otras de las tareas que mi amiga realizó fue bañar un par de perros con sarna.
La enviaron a bañar a un tal “Bingo”, que llegó hace pocos días a la protectora, rescatado el día que hacian un Bingo para recolectar dinero para el lugar. Estaba en su canil solito, separado del resto por su estado de avanzada sarna, con una carita triste que realmente daba pena.
La enviaron a bañar a un tal “Bingo”, que llegó hace pocos días a la protectora, rescatado el día que hacian un Bingo para recolectar dinero para el lugar. Estaba en su canil solito, separado del resto por su estado de avanzada sarna, con una carita triste que realmente daba pena.
Ya casi no le quedaba pelo, tenía en la cara la llamada “piel de elefante”, el olor de su piel era fétido… y no era macho, era hembra… Mi dueña la sostuvo con la correa aunque la perra quería escapar a su cucha, y la bañó con el agua, el sarnífugo y un chorrito de Iodoform. Tenía en su piel pequeñas heridas con sangre… Cuando una de las encargadas vino a limpiar el canil, mi amiga decidió sacarla a caminar con la correa, para que se secase al solcito. Entonces, vio que ella caminaba a su lado, muy tranquila y humilde (a diferencia de otros perritos que salen muy ansiosos y nerviosos del canil).
Nadie se animaba a acariciarla por el estado en el que se encontraba. Pero mi amiga la acarició, primero con los guantes, luego sin ellos. Y pese a su feo aspecto, al mirarla a sus ojitos, vio en ella cierta belleza que la conmovió. La perrita le lamió la mano en señal de amistad y pues… ¡esa fue la elegida! Mi dueña la “amadrinó” y le puso de nombre: Pecas.
Hasta ahora éramos Duque, las patitas y yo. Y desde ahora, también estará Pecas, que aunque no venga a casa, mi amiga la irá a ver todos los fines de semana que pueda, la bañará para curarle la sarna y le hará muchos mimos para curar sus heridas internas, porque ha de haber pasado mucho, mucho tiempo en la calle, así sarnosa, sin que nadie se le acercara, mucho menos le brindara una caricia. Me alegro por Pecas, porque yo lo tengo todo en mi casa, y ella no tenía nada: ni hogar, ni familia, ni comida segura, ni mimos, ni salud… Ahora mi dueña estará pendiente de que se recupere lo mejor posible.
Precioso post, Marita.
ResponderEliminarY maravilloso lo que tú esas personas haceis por esos perrillos.
Me alegro mucho de que ese pobre plagado de garrapatas, Pecas y los demás estén en vuestras manos.
Un beso.
Gracias Alberto! tanto tiempo! Pues es que esto ya se ha vuelto mi gran pasión. Disfruto tanto los sábados en la Protectora. Creo que todo lo que haces de buen grado y con mucho entusiasmo y amor, obtiene buenos resultados.
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