miércoles, 5 de enero de 2011

Un bracito a través de las rejas

El jueves 30 de diciembre de 2010, era la última jornada de voluntarios del año, en la protectora SOS Caninos. Por lo que cancelé el trabajo de ese día para dejarmelo libre.
Llegué al mediodía cuando ya varias voluntarias realizaban tareas en el lugar.
Acompañé a una compañera y su ahijada a alimentar a varios perros del pasillo.
El pasillo es una de las entradas que tiene caniles a ambos lados. No bien entras por ahí, todos los perros comienzan a ladrar y saltar. Estuvimos un buen tiempo entrando a cada lugar y dando arroz con carne a los perros.
Cuando iba casi al final del pasillo, de un canil de la derecha salió una pata de entre las rejas de su canil… parecía querer agarrar mi brazo. Miré hacia adentro y no era de los perros que conozco (son muchos y los vamos reconociendo de a poco).
Seguimos….
De regreso nuevamente “un bracito” salía totalmente de entre las rejas, fui a acariciarlo y le pregunté a mi compañera si conocía ese perro, si sería bueno o bravo… Ella tampoco lo conocía.
Salimos una vez que terminamos el trabajo. Ya había sacado a pasear a mi ahijada Pecas y la había dejado fuera, atada junto a una palmerita para no regresarla tan pronto al canil. Cada vez que pasaba a su lado le hacía mimos.
Entonces, decidí a tomar collar y correa para ir a sacar a ese perro que sacaba la patita por entre los barrotes, algo en él llamaba mi atención.
Cuando entré, ella se notaba muy nerviosa (era hembra), me costó mucho ponerle el collar, se tiraba al suelo, se daba vuelta, parecía extrañar mi acercamiento.
Ya con collar y sujetando la correa, abrí la puerta del canil que da al pasillo. No quiso salir, se asomó un poco, al largo pasillo donde todos los perros ladraban y retrocedió. Tuve que sacarla despacito, tironeando con la correa corta… Finalmente salimos del pasillo y cerré el portón.






Estábamos al aire libre…. Entonces salió corriendo, se detenía, se daba vuelta e intentaba quitarse el collar, volvía a correr como desesperada…. Luego se tiraba a suelo y se arrastraba a ras de tierra, se volvía a parar, corría… su reacción era realmente extraña!! Pensé que era antisocial o hiper nerviosa…
Entonces el encargado de la protectora nos mira y me dice: - A esa perra nunca la sacan a pasear… Hace como dos años que no sale del canil. –









¡Pobrecita! Con razón su extraño actuar. Hacía meses que nadie notaba su presencia, que nadie se detenía ante su patita que llamaba insistentemente a través de las rejas. Y hoy por fin, alguien la había visto! Y la habían sacado a pasear!!
Poco después seguía revolcándose en el pasto, en la arena….
Más tarde nos sentamos bajo el sauce, sobre el pasto. Estaba más tranquila, aún tan entusiasmada que se quedaba parada.
Pronto, se sentó, se me acercó aceptando mis caricias, con la carita al viento mirando hacia todas partes (cosa que no pueden hacer dentro de un canil), movía y movía la cola. Noté que estaba sumamente feliz.














Cuando fui a regresarla a su canil, temí que no quisiera quedarse allí o que como otros tantos intentan escapar. Pero me asombró su tranquilidad, como aceptando el regalo de haber podido pasear por fin.

Al día siguiente, el 31 de diciembre, me puse en casa a revisar fotos para respaldarlas en Cds y limpiar un poco la computadora para comenzar el nuevo año con limpieza y orden informático. Entre muchas fotos, encontré un montón de la protectora allá por el 28 de agosto, cuando comenzaba a ir de voluntaria. Y entre algunas, de los perros del pasillo, encontré una foto de Mili en la que no había reparado, pero ahí estaba, con la patita hacia afuera, estirándola hasta donde podía, tratando de alcanzarme. Tuvieron que pasar 4 meses más para que yo me percatara de su llamado desesperado… perdón linda, te prometo que ya no pasarás desapercibida!








4 comentarios:

  1. Marita... que linda eres.
    He leído con mucha atención tu relato, y ya me estaba imaginando la perrita, sacando la patita, y llamando tu atención... ahora se que ya no se quedará mas sin tus atenciones... po fin

    Un beso, mi niña... que buena eres

    Un beso para ti, y para tu mamá
    Merana

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  2. Marita: me parece que en este blog, solo te pongo comentarios yo.

    No se si no saben como hacerlo, o no lo ven. ¡No saben lo que se pierden!!
    Un besote, NIÑA
    Merana

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  3. ja,ja,ja Gracias Merana, seguramente no encuentran el blog por su dirección y menos por los títulos que pongo en las entradas. Creo que no me preocupo por hacerlo conocido, este blog realmente lo utilizo como diario personal, para guardar en un rinconcito de la red a todos estos "amigos", para no olvidarlos nunca. Agradecida por sus visitas, desde luego!

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  4. Apenas veo la pantalla porque estoy lagrimeando... Un abrazo muy sincero desde Uruguay.

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Esperamos sus cariñosos comentarios. Un guau de amistad para todos!

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