¡La maldita Pirotecnia!
Bongo, nervioso y con agudos oídos, siempre se pone muy nervioso con estas bombas. Esa tarde yo no estaba en casa y el pobre se dio contra puertas, ventanas, alambrados, saltando como loco, aterrorizado. Cuando llegué, y aunque lo habían entrado a un cuarto, me di cuenta que estaba herido. Le faltaba un pedazo de piel en la pata delantera.
Se pasaba lamiendo la herida
Al día siguiente estaba muy decaído y adolorido. Tuve que comprarle calmantes y antibióticos en la veterinaria. Horas después se sintió más animado.
A una amiga le pasó que su perro también enloqueció de miedo con la pirotecnia y literalmente masticó el techo de chapa de su cucha y se cortó la lengua. Encontró la casa casi destrozada y llena de sangre y a su perro herido.
Mi pobre flaco...
Llegan las fiestas, y aunque para muchos humanos esto signifique festejos, ruido y luces… espero que piensen dos veces al momento de tirar cuetes y bombas. Porque son muchos los perros, gatos, aves que se asustan con la pirotecnia. (Amén de los muchos que salen heridos o muertos por ella)
Una alumna me contó que el año pasado la perra de su hija a medianoche, por el ruido de las bombas, atravesó una puerta de vidrio, se cortó toda de lado, tuvieron que internarla para cirugía. Así suceden muchos accidentes de mascotas, ni digamos los pobres perros y gatos callejeros que no tienen hogar donde guarecerse.
Por favor, este año… por todos ellos….
¡Digamos NO A LA PIROTECNIA!
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