domingo, 12 de diciembre de 2010

Castración de Bongo

Sábado, 11 de diciembre de 2010
9:00 a.m.
llevo a Bongo a la Veterinaria Pedrense.
Lo meten en una jaula, me mira con cara temerosa, queda con bozal. Me siento algo culpable de dejarlo allí con miedo…
11:41 a.m. me envían un mensaje al celular que dice: “Ya terminamos… Todo en orden. Está dormido”.
Salgo rumbo a la veterinaria y antes de entrar, Virginia me hace señas con el dedo de que hable bajito, para que Bongo no me escuche, ya que aunque aún tiene efectos de la anestesia, algo parpadeó y puede escuchar mi voz y ponerse nervioso. Ha salido todo bien, regreso a casa.


A Duque lo dejo suelto del lado del muro hacia la casa. Del otro lado del muro, suelto a los patos, que recorren todo el fondo comiendo yuyos y bichitos. Encuentran un balde con agua y se meten a bañar dentro. ¡qué patos locos!







19:00 hs vuelvo a la veterinaria. Bongo ya está despierto, aún con el bozal con el cual lo llevé en la mañana, atado con una correa pero fuera de jaula, ya que han traído una perra grandota y agresiva que han debido poner en la jaula grande. Decido traerlo a casa, porque mejor que pase tranquilo en su cuartito, que ahí en la pieza junto con otros animales que lo pondrán nervioso.



Al verme, Bongo mueve la cola. Se levanta, se ladea un poco al caminar, en parte por la anestesia, en parte porque tiene una venda en la pata delantera donde le pusieron la vía.
Medio mareadito pero deseoso de marcharse, sale junto a mí, bajo el paraguas y la lluvia.

Llega a casa, le quito el bozal y el collar de ahorque. Está feliz de estar en su casa. Pasa mucho rato antes de echarse, camina de un lado para el otro.
Esa noche duerme en su cuartito como siempre, cuando entra, se echa conforme en su gran almohadón. Está en su casa.


Bongo pasa la noche nomas bien, a la mañana siguiente me recibe alegre, despabilado, moviendo feliz la cola. La castración todo un éxito. No le pongo collar isabelino como a Duque, a ver qué tal se porta con su operación. Algo le molesta la herida y se lame cada tanto, pero nada mas.
Voy a comprarle Yodoformo para pasarle con un algodón en la herida. Luego le pongo curabichera, lo que le hace arder porque corre para todos lados. El domingo llueve todo el día, así que pasa la mañana en su cuartito y de tarde dentro de la casa con nosotras. Se porta muy bien, súper tranquilo, la mayor parte del tiempo echado y durmiendo.




Muy bien!, ya tengo mis dos perros castrados.




1 comentario:

  1. Me alegro mucho de que todo haya salido bien y que bongo se esté recuperando. Están preciosos. Como los patos y el jardín.

    Un beso para todos.

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Esperamos sus cariñosos comentarios. Un guau de amistad para todos!

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